viernes, 23 de diciembre de 2011

Este indulto es cuento chino

Resultan incomprensibles los argumentos de cada vez más gente reclamando por el derecho de Alberto Fujimori a un indulto humanitario por encontrarse enfermo, con riesgo de morir por las condiciones en las que se encuentra en la prisión. Al cáncer que lo afecta hace algunos años, tratado y controlado hasta ahora, se le agrega su fuerte depresión, la cual se dice agravaría su condición y el riesgo a un desenlace fatal.

Que yo recuerde, Fujimori fue condenado a 25 años de prisión sin beneficios penitenciarios -la pena más grave entre otras condenas que recibió en varios juicios- por crímenes contra la humanidad, contra los derechos humanos, homicidio calificado y demás delitos asociados por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos. Esto es un hecho probado. Fue condenado luego de encontrársele culpable de la muerte, en algunos casos luego de secuestro, de muchas personas inocentes. Personas que fueron torturadas y masacradas ante, en el mejor de los casos, pasividad y complacencia del gobernante. Producto de estos crímenes, hoy Fujimori está privado de su libertad aunque con una serie de gollerías, entre ellas visitas indiscriminadas (en los últimos cuatro meses recibió 290 visitas en la Diroes) y acceso a ciertas comodidades que cualquier preso no tendría, condiciones también injustas que trataremos de justificar en que no se trata de un delincuente cualquiera sino de uno que por diez años -independientemente si de forma democrática o no-ocupó la presidencia de la República del Perú y condujo los destinos de nuestro país. La prisión de Fujimori, Montesinos, Martín Rivas y el resto del grupo Colina, ha representado durante todo este tiempo, para gran parte de los peruanos y, mucho más aún para los familiares de los personas ejecutadas por sus huestes asesinas, la paz y tranquilidad de saber que en el Perú no campea la impunidad y que podemos aspirar a que los responsables de tantas atrocidades paguen sus culpas.

En este escenario, no puedo más que sentir incredulidad cuando escucho decir a políticos, empresarios, periodistas y ciertas autoridades, que es inhumano que el japonés siga en prisión porque tiene 74 años, está débil, pinta cuadros tristes, clama por ayuda desesperadamente o concretamente porque tiene una dolencia que puede llevarlo en algún momento a la muerte. Creo que no es válido el argumento que algunos han usado respecto a que porque muchos enfermos estén en prisión sin tener que estarlo, por su dramática condición, Fujimori también tendría que correr la misma suerte. Eso no me parece correcto. No podemos hacer justicia igualando hacia abajo... "si muchos están jodidos, entonces que se jodan todos"... Pues no. Pero en este caso el tema va por otro lado. Todos estos enfermos que debieran o pudieran ser indultados no están presos por crímenes de lesa humanidad, ni fueron mandatarios de una nación, ni se sostuvieron gracias a una mafia que asesinó, se enriqueció y corrompió a casi toda la clase política, a los medios, a las fuerzas armadas, a los jueces... estas personas no personificaron un gobierno que destruyó la institucionalidad de este país.

No se trata del odio a un hombre disminuido como se pretende hacer ver a todos quienes nos oponemos a ese indulto mentiroso. Como tampoco tiene lugar la compasión en este caso. Fujimori es un ejemplo en el mundo para los mandatarios y poderosos que abusaron de ese poder para enriquecerse y perennizarse en él, no solo beneficiándose económicamente sino utilizando métodos viles y sanguinarios. Y no hablamos de la guerra o del combate contra el terrorismo, que fue un excelente pretexto para actuar con tamaña crueldad. Hablamos del exterminio de muchos inocentes con los mismos métodos repudiables con que actuaron otros dictadores como Pinochet, Videla o Leonidas Trujillo (no quiero ni imaginar las barbaridades que se perpetraron en los sótanos del Pentagonito). De lo que hoy se trata es de la verdadera justicia. Aquella justicia por la que luchamos en un sistema democrático y que nos respete como individuos libres y seres humanos. Aquella que supone que los delincuentes paguen sus crímenes y nos debe recordar cada día que en este país no queremos impunidad y que, aunque sea muy difícil, nos tiene que servir de ejemplo para que todos los peruanos podamos vivir en armonía, con paz y en libertad.

Ollanta Humala tiene la decisión final. Difícil decisión, no sólo por el carácter político de la medida sino por el conflicto ético que conlleva. Tendrá que elegir entre esta justicia de la que hoy hablamos y la atribución que la ley le faculta para indultar al condenado. Aunque todos sabemos que la ley y la justicia no siempre transitan por el mismo camino...

martes, 6 de diciembre de 2011

Las parejitas más "feas" del 2011

Fin de año. Recuento típico de lo bueno, lo malo y lo feo. Arranquemos con lo feo, los personajes de mi selección de indeseables del 2011:

1 y 2. Omar Chehade y León Alegría: La corrupción asociada a la política, o el uso inapropiado del poder en el mejor de los casos, es moneda corriente en nuestro país. Con la complicidad o la vista gorda de los más altos niveles del gobierno, estos personajes con inigualable cara dura, estuvieron en el ojo de la tormenta, por sus declaraciones, cinismo, procesos y en el último caso libertad restringida por exceso de carcelería.

3 y 4. Celia Anicama y Amado Romero: El botín es tan suculento, que algunos están listos para echárselo encima una vez se presenten las condiciones necesarias. El nivel de nuestra política y un sistema imperfecto, ha permitido que individuos de la más baja ralea se conviertan en legisladores, padres de la patria, protagonistas inevitables de nuestro destino. Lo peor es que el sistema no permite detectar antes este tipo de personajes funestos que por cinco años participarán en las principales decisiones que tome el primer poder del Estado.

5 y 6. Martha Chávez y Alejandro Toledo: Estamos cansados de ellos, de sus intervenciones, de sus comentarios destemplados, de sus intentos de figuración, de su insufrible presencia cada vez que abren la boca. Su dilatada trayectoria profesional y política se ha visto teñida de episodios desagradables que tampoco estuvieron ausentes en el último año. Mención aparte merece nuestro expresidente que tuvo mucho que ver en la llegada a la máxima investidura de un Humala temible en un comienzo y que contra todo pronóstico viene dando la talla. Esto no lo exime igual, al dipsómano ex mandatario, de sus cantinfladas y participación lamentable en la campaña.

7 y 8. Rosario Ponce y Ciro Castillo Rojo (padre): El caso más mediático de la historia de nuestra amarillenta prensa, que ya va a cumplir un año de titulares casi ininterrumpidos, y que convierte indistintamente a héroe y villano a estos personajes perfectamente intercambiables por su afán de notoriedad a partir de un evento trágico. Aunque algunos pretendan convertir en el padre del año a este señor, no tengo la menor duda que es un oportunista, interesado y mentiroso, más allá del innegable dolor de un hombre que pierde a un hijo.

9 y 10. Pocho Alarcón y Julio Pacheco: Los presidentes de los clubes más importantes del país, no se cansaron de hacer noticia por el pésimo manejo de la administración y las finanzas de sus instituciones que, incluso en el caso de Universitario, casi los llevan a perder la categoría. Del Pocho no nos sorprende nada después de haber sido echado de la presidencia del directorio del Fondo Mi Vivienda por presuntos delitos como funcionario público así como por su calidad de moroso del sistema financiero... buenísimos antecedentes para cambiar ese trabajo por la presidencia del club victoriano.

11 y 12. Loco David y Cholo Payet: Estos abominables sujetos no sólo le quitaron la vida a un joven hincha en medio de una gresca provocada por ellos mismos, sino que pretendieron evadir su responsabilidad con teorías delirantes, coartadas ridículas, testigos falsos, campañas periodísticas y demás recursos propios de quienes están acostumbrados a traficar con nuestro endeble sistema judicial. No sabemos cuál será su futuro inmediato, pero esperemos que no puedan evitar cumplir condena por tan absurdo crimen.

Una yapita. Puede parecer injusto que formen parte de esta lista, pero hicieron méritos para su mención honrosa:

13 y 14. Eva Ayllón y René Pérez: Dicen que los peruanos somos los campeones de la impuntualidad. Para mejor muestra, tuvimos por cinco años un presidente que se encargó de promover que la puntualidad no es un valor a predicar. Un buen número de artistas extranjeros, especialmente europeos, nos dieron la contra y dieron cátedra en lo que es el cumplimiento de un compromiso. Así, tuvimos espectáculos internacionales que dejaron a los impuntuales con los crespos hechos por su devoción a la hora peruana. Sin embargo, en las últimas semanas, una peruana que pagó todos los platos rotos fue nuestra Eva que no estuvo a la altura de los acontecimientos, no sólo por su impuntualidad sino por su equivocada reacción ante el reclamo, lo cual la hizo blanco de muchos ataques, algunos algo subidos de tono. El récord mundial de cualquier modo, lo tiene René Pérez y estos portorriqueños de Calle 13 que, con la anuencia de gran parte de sus seguidores, inició su concierto con siete horas de atraso, alrededor de las 3 de la mañana y, sin disculparse, retó a todos quienes los esperaron estoicamente, enarbolando la bandera de la libertad y la lucha política, como si eso pudiera excusarlos de tamaña desconsideración... increíble...

Esta es mi selección. Seguro tú tendrás también la tuya... Feliz 2012...