sábado, 24 de agosto de 2013

“La próxima vez, piénsalo dos veces antes de faltarle el respeto a una mujer”

La entrenadora pide tiempo. Las chicas acuden raudas al llamado. Ya saben qué viene. La cámara ya está allí. Esa que es la única en todo el mundial oriental pero que tiene un país entero al otro lado del aparato. Empieza el rosario. Qué te pasa cojuda. Ahora sí te cagaste. La de turno mira al piso. Pero debemos creer que no le importa lo de huevona y demás “caricias”. Porque fuera de la cancha son amigas. Es el estilo Natalia. El que exacerban los medios. El que deberían aplicarle a los futbolistas también.

Regresan a la cancha. Y pierden dos puntos más al hilo. Pero luego recuperan la pelota. Y empiezan a achicar distancias. La de turno vuelve a fallar y mejor ni mirar al banco. Porque la mirada que viene de allí da susto. Se acaba el set. Se perdió pero quedan más oportunidades. Y las aprovechan. Porque son buenas. Porque juegan bien y tienen amor propio. Y no necesitan puteadas para sacarlo a flote. Sale porque allí está, no porque necesite “esa” ayudita para salir. Se gana el partido. Las chicas se abrazan entre ellas. Y con la entrenadora también. Sin ella no habríamos ganado. Sin huevona, mierda y  carajos. Porque son buenas pero creemos que solo al ritmo del insulto podrán  hacerlo. Porque el peruano cree en el más te pego más te quiero, en el sufre peruano sufre, en el sí se puede.  Porque el peruano cree que es genéticamente perdedor y que cada triunfo es un milagro. Porque le cuesta tanto creer que podremos lograrlo… incluso a los propios protagonistas.  Y ese último set perdido con diez match points a favor lo confirman. Porque siendo mejores, nuevamente ni la puteada logró que cerremos la historia con final feliz.

El equipo está en casa. Todos se suben al carro. Todos quieren decir algo. Todos se apuntan a la foto. Sin duda es un gran mérito. En un país con un Estado que no apoya al deporte ni a sus deportistas. Aunque buenos son para hacer homenajes y dar premios insignificantes cuando es negocio. Negocio para subir el rating, para mejorar en las encuestas, para aprovechar el baño de popularidad. Harto material para noticieros, programas dominicales y realities para soñadores. Y un personaje excluyente. La heroína del discurso florido. La de los gestos hilarantes. La del buen ejemplo para los chicos. Para el maestro que ahora confirma que la letra con sangre entra. Ese mismo que le da material al noticiero matutino por insultar al alumno delante de toda la clase. Que pensó que porque la entrenadora insulta a la pupila a nivel nacional frente a millones de personas, él tenía derecho a hacerlo también. De hecho inmediatamente después de la noticia del maestro abusivo tenemos la nota de “el factor Natalia”. El factor que da pie para que ahora Aspan lance el pan Nati con ajos y cebollas. El factor que le dio un gran insumo al creativo que tenía que hacer algo novedoso para el nuevo proyecto de su cliente Everlast.

Y se soltó el viral. Un carro en forma de guante que pondrá en su lugar a todos los machistas abusivos que circulan por calles y pistas. Que acabará con la violencia urbana de los choferes que tenemos que soportar cada día. Tú violentas, yo te pego. Tú insultas, yo te choco. Tú abusas, yo te cago. Interesante fórmula para conseguir likes. Sobre todo si la frase final es “La próxima vez, piénsalo dos veces antes de faltarle el respeto a una mujer” (obviamente se refiere al tránsito, no a la cancha). Un comercial que tendría que funcionar. Si al vóley le dio resultado por qué no a Everlast. Si el pan Nati se venderá como pan caliente, por qué no. Y las redes sociales lo reciben con júbilo y entusiasmo. Sale la barra brava que tenemos dentro. Daaaale daaaale Nataaaalia, pon en su sitio a estos hijos de p… Y así reivindicamos a la mujer. Los más críticos son los hombres. “No todas las mujeres se ven representadas dicen” aunque las mujeres en su mayoría ríen.  Dicen que es humor. Por lo menos del que nos gusta a los peruanos. Como humor es la cachetada de siempre del programa cómico de la tele. Vende sin duda. Y  lo que vende vale. Los canales de televisión lo saben. Esos mismos canales que esta vez no tuvieron pauta publicitaria –aunque se lanzó en una nota de Cuarto Poder en la víspera- porque el anunciante no tendría tanto presupuesto, o porque simplemente no era la estrategia. Aunque será difícil que alguien no lo haya visto. Es el poder de las redes sociales. El espacio donde podemos expresarnos, crear contenido o difundir contenido de otros que nos es relevante. Como este viral. Una nueva demostración de que los medios tradicionales no son necesarios para lograr que un mensaje llegue con éxito. El exitoso comercial del guante, de Natalia, del pare a los abusivos choferes, de…  uy ¿qué producto era? Bueno no importa good will para la marca. Todo el mundo lo vio y sus publicistas están felices porque rompieron algunos paradigmas del marketing. ¿Si es polémico igual es bueno porque la gente habla y se ha puesto el tema sobre la mesa? No hace patria pero entretiene. Al final el rol de la publicidad no es educar ¿no?, aunque podríamos decir que esta campaña ayuda a generar conciencia ¿o tampoco?. Y entonces ¿misión cumplida?.  Más si puso a la marca en el mapa aunque no estemos seguros si es una marca de pilas, una bebida energizante, una  tienda de artículos deportivos o una funeraria.  ¿Suficiente poner la marca en el mapa cuando no sabemos qué es lo que representa? Discusión que da para largo antes de ponernos de acuerdo...

Y Nati sonríe orgullosa. Su estilo “corajudo” se ha convertido ya casi en un valor nacional. Y además hay tres propuestas más esperando en cartera. Una para promocionar el nuevo producto de una avícola. Otra para una línea de sostenes. La tercera para una nueva marca de condones que te hará gritar –y maldecir- de placer… Bueno claro, y la renovación del contrato de la selección.  Porque la próxima sí la hacemos, tenemos con qué. El próximo campeonato no se nos escapa. Esta vez no nos ganan, ni cagando…

domingo, 9 de junio de 2013

Piqueo Criollo

Van a ser dos años de gobierno y todavía hay algunos que se sorprenden por las ideas y decisiones de Ollanta Humala. Sorpresa que yo diría tiene que ver más con una mezcla de ignorancia política supina y conveniencia interesada de nuestra clase política y de cierto sector del empresariado local. Cuando nuestro actual presidente fue capaz de cambiar su plan de gobierno para la segunda vuelta llevándolo de La Gran Transformación a La Hoja de Ruta, dijimos que era un candidato sin ideología, un oportunista, un tipo literalmente sin bandera ni dirección. Y esa falta de norte es lo que ha venido demostrando, en mayor o menor medida durante estos 21 meses a cargo del liderazgo del poder ejecutivo. Solo que sus erráticas decisiones no tocaban los intereses –y fantasmas- de quienes, luego de su elección, terminaron sometidos confiando en que el nuevo jefe de estado continuaría gobernando en la dirección que ellos querían.

La prensa, la prensa... Qué podemos hacer con la prensa de este país (ya, okey... con algunas honrosas excepciones). En estas semanas le dedicaron cerros de video, papel y tinta a la presunta candidatura de Nadine Heredia. Una candidatura de la que nadie habló desde el oficialismo pero que se convirtió de un momento a otro casi en el primer tema de agenda de la oposición.  No culpo al presidente de haberse referido a esto casi de forma burlesca cuando le fue consultado en la última entrevista televisiva, respondiendo justamente que le pregunten sobre el tema a quienes lo inventaron. Sí claro, a aquellos que seguramente ya se encargaron de catapultarla y convertirla en la primera opción presidenciable en una posible segunda vuelta según las encuestas de los últimos días. Si comparamos los minutos que le da la prensa oficial a Nadine (recogiendo todo lo que es noticia,- y los programas sociales son noticia y además un compromiso de este gobierno-), con lo que le da la prensa “independiente”, no queda ninguna duda sobre quién es el que se está encargando de promocionar a la posible candidata. No hay  canal ni diario “serio” que no se dedique a darle, darle y darle exposición desmedida a todas las actividades de la señora y a las opiniones innumerables sobre el tema, habiendo colocado el asunto en el primer plano de la escena política local. Y sin importarles resucitar a algunos cuasi cadáveres políticos de gobiernos anteriores que deberían quedarse bien enterrados después de la corrupción evidente que evidenciaron durante su paso por ministerios y otros cargos públicos. Una prensa que incluso llega a convertir a los inventores en el Perú de las reelecciones inconstitucionales, en la reserva moral contra la posible elección de la esposa del presidente. Lo más curioso es que ya sabemos a quién favorece todo este apoyo, qué pasa cuando se victimiza a alguien, qué obtenemos de estas campañas viscerales que terminan siendo las responsables de habernos puesto tantas veces en manos de gobernantes incapaces e improvisados.  En todo caso, afortunadamente para muchos, también sabemos qué ha pasado con esos candidatos que aparecen antes del timing adecuado… y tampoco podemos descartar que tanta torpeza no sea otra cosa que una campaña para quemar a una rival de polendas en el 2016… en política todo es posible, sobre todo cuando Alan García sigue estando vigente…

Es risible todo el escándalo que se ha hecho con el tema de Venezuela. Y digo risible cuando todos sabemos de la estrecha y mutuamente interesada amistad entre el  desaparecido Hugo Chávez y su pupilo Ollanta. Un gran escándalo que pone en el banquillo de la interpelación (otro circo) al ministro de Relaciones Exteriores luego de la reunión de Unasur en el Perú y el viaje del presidente a la toma de mando. Nos rasgamos las vestiduras luego de que, sin excepción, todos los mandatarios de la región convalidaran las elecciones venezolanas a partir de la constatación de los resultados oficiales del órgano electoral caribeño, como si hubiera otra manera de determinar objetivamente si las elecciones fueron o no legítimas (independientemente de que todos sospechemos que no lo fueron). Todo en un contexto donde la soberanía nacional se superpone a cualquier opinión ajena sobre la política exterior que pudieran tener otros países.  Chile, Colombia, Brasil, países sin ninguna afinidad con el modelo chavista estuvieron en Lima convocados por el presidente pro témpore de Unasur (La presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Sudamericanas UNASUR es la oficina responsable de preparar, convocar y presidir las reuniones de los órganos de este ente supranacional. El actual presidente es Ollanta Humala desde junio del año pasado y el cargo es anual y rotativo, habiendo sido Michelle Bachelet la primera presidenta del organismo en el 2008). Con estos antecedentes de afinidades personales y políticas de los personajes, además del marco político internacional ¿queríamos que el Perú enarbolara la bandera de la democracia y la libertad y se enfrentara al inefable Maduro? Qué ingenuidad y qué estupidez.

Finalmente, el tema que ahora parecería que nos pone al borde del abismo: la compra de La Pampilla. ¿Acaso una evidencia de la vuelta a La Gran Transformación o del viraje a un modelo estatista velasquista-chavista-socialista?¿O simplemente una decisión oportunista, vislumbrada como una posibilidad para cumplir una promesa electoral incumplida como la rebaja del precio del balón de gas, además de la posibilidad de una medida populista adicional como controlar en algo el precio de los combustibles? No sé por qué es tan difícil entender que un gobernante poco lúcido y de formación militar (¿recordamos eso de las empresas estratégicas y de impedir a toda costa que los chilenos u otros vecinos pudieran echarles mano?) pudiera considerar un modelo de subsidios a partir del control de ciertas empresas por el Estado. Pero como ya dijimos, nuestro presidente no es un liberal, ni un socialista, ni un estatista, ni un conservador moderado… simplemente no es nada, es un gobernante con cierta estrechez mental que se ha ido conduciendo por la oportunidad que se le presenta al frente. Por lo general, y en un inicio, decidiendo en función a los intereses de los impulsores del modelo económico, a costa incluso de perder el apoyo de aquellos trasnochados izquierdistas que creyeron que había llegado su momento después de décadas de ver sus sueños de poder postergados. Ahora, movilizado por la tentación de jugar a empresario comprándose lo que considera hará posible cumplir con la gran mayoría del electorado que lo puso allí y que permitirá su continuidad gracias a la tenaz campaña de ataques que viene protagonizando su consorte. En cualquier caso, creo que por lo menos con la mínima claridad como para saber que en esencia el modelo hacia el crecimiento no debe sufrir mayores alteraciones.

Escuché y leí en estos días que todos estos episodios y, sobre todo, la pérdida de la confianza frenarían el crecimiento de nuestro país. Particularmente, siempre he pensado que aquello que hará crecer al Perú, amén de las inversiones del sector privado, es la confianza de nuestra propia gente, del ciudadano de a pie, del pequeño y esforzado empresario. Ellos son quienes jalarán la carreta y el empresariado, aprovechando la ola con la visión que le corresponde, tendrá que seguir dinamizando la economía e invirtiendo para garantizar que este milagro peruano de crecimiento a tasas de entre 5 y 8% al año persista por lo menos hasta el 2021. Claro, si es que no terminamos boicoteándonos nosotros mismos por tanto escándalo mediático que, eso sí, ahuyenta las inversiones del mundo por mostrarnos a veces como un país sin rumbo.

Abril 2013

Doble moral

El otro día veía en la tele un partido de voley y Natalia le decía a una de sus jugadoras: "ahora sí te cagaste huevona de mierda, ya no vuelves a jugar"... seguro cientos de miles de personas aplaudían en su casa con júbilo la garra y fortaleza de la guerrera entrenadora mientras la adolescente jugadora la miraba con cara de pánico y humillación. Por algo "Doña Bárbara" fue elegida la mujer del año en nuestro país. Un buen ejemplo para nuestro pueblo de que así hay que tratar a nuestros hijos, alumnos, pupilos, etc. Poco después veía en el mismo canal de televisión que el noticiero reprobaba la actitud de un maestro que maltrataba a un niño en clase ridiculizándolo frente a otros veinte chicos. Doble moral sin duda. Somos un país sin mucha claridad moral. Admiramos a Fujimori por su trabajo a pesar de sus crímenes; a Castañeda porque hace obra aunque sea corrupto; a Toledo por su origen aunque sea mentiroso; a Alan por su oratoria aunque nos haya dejado la peor crisis de la historia. Delincuentes consumados se re insertan en la sociedad con una facilidad asombrosa: los Business Track ya están tomándose un trago en el club, León Alegría saluda a todo el mundo en el supermercado, Malu Costa es estrella en la tele y todos quieren entrevistarla. La televisión hace apología de los delincuentes y los convierten en seres míticos para los hampones que siguen sus pasos. Gringasho es más conocido que Gerardo Chávez o Juan José Chuquisengo (¿viste?, tú tampoco los conoces). No tengo duda que nuestra sociedad está confundida y es por eso que ahora un ex presidente quiere hacernos "cholitos" tan fácilmente, insultando nuestra inteligencia. Porque al fin y al cabo la sociedad peruana lo va a olvidar porque no le importa. Y seguramente será candidato nuevamente y muchos votaremos por él. Como volvimos a hacer presidente a Alan; como preferimos a Keiko y ansiamos la libertad de su padre; como cada cinco años elegimos a esa fauna congresal; y también como intentamos botar a Villarán con argumentos como "prefiero la corrupción que la ineptitud" (lo leí de un amigo del facebook). No sé de qué depende que como sociedad cambiemos. No sé si es de los padres y de lo que enseñen a sus hijos. No sé si de los medios y que resalten lo bueno y no la basura. No sé si de las autoridades y enfrenten la corrupción. No sé si de la iglesia o de los empresarios. No sé realmente si de algunos de ellos o de todos. Pero creo que no podemos esperar que otros sean los que empiecen, ¿no crees?

Mayo 2013

La defensa de Fujimori

A pesar de que el gobierno intentó minimizar el debate del esperado anuncio haciéndolo el día del partido de la selección peruana, he visto una gran actividad en las redes sociales, la cual he seguido con curiosidad e interés, habiendo encontrado muchos argumentos interesantes contrarios a los míos que insisten en la libertad del japonés. Existen tres tipos predominantes de argumentos que sostienen este deseo de que se le indulte: Los primeros que justifican sus actos en la derrota del terrorismo, salida de la crisis económica, incluso hasta en la solución del tema geopolítico con el Ecuador. Los segundos que utilizan la comparación con los demás gobernantes y nuestra clase política. Como todos son ladrones, y dicen que en otras épocas se robó más, por qué debería estar preso si todos los demás están libres. Los terceros, se justifican en la humanidad, en la capacidad de perdonar y en la compasión por un anciano moribundo. Quisiera analizar cada uno de estos sets de argumentos que, a pesar de que son respetables, creo que son poco objetivos y generados más por simpatías que por convicciones consolidadas que seguramente no podrían extrapolarse a muchos otros aspectos de la vida de quienes los sostienen.

1. El consecuencialismo convalida moralmente a toda acción que culmina en un buen resultado. Así, siguiendo este pensamiento, una acción moralmente correcta es la que conlleva buenas consecuencias. Pero creer que no existen buenas o malas acciones y tan solo las consecuencias es una falacia en tanto las malas acciones se pueden determinar a partir de las intenciones de las personas que son inteligentes y que tienen capacidad para razonar. Bajo esta filosofía, podemos encuadrar a los que piensan “este gobernante roba, pero hace obra”. Por el contrario, Kant ponía el énfasis en la intención o razonamiento pues, si se mira a la intención, solo la propia persona es capaz de discernir por lógica si está haciendo bien o mal en función de la universalidad de su elección. "El camino hacia el infierno está plagado de buenas intenciones" dice un antiguo refrán, y creo que no podemos convalidar crímenes de lesa humanidad bajo el argumento de que Fujimori salvó al país. Para más inri, como diría un buen amigo, hay que decir que él no sólo es culpable por los delitos vinculados a su "eficacia" en resolver los problemas del país. El enriquecimiento personal, el pago de los 15 millones a Montesinos, la compra de congresistas tránsfugas, el fraude electoral para perennizarse en el poder, la compra de la prensa para silenciar cualquier posibilidad de oposición, su renuncia por fax abdicando a su obligación de mandatario, no tienen nada que ver con esas buenas consecuencias y sin duda devengaron en peores. En ese sentido, si consideramos todos estos actos que no guardan una relación directa con las aparentes contribuciones al país que lo justificarían, Fujimori se quedaría preso tanto por el voto de los consecuencialistas como del de los idealistas kantianos.

2. La racionalización es un procedimiento psíquico de estructura neurótica por el que tratamos de dar una explicación lógica o justificación coherente a un acto o comportamiento inadecuado. La justificación de que no hay que ser tan severos porque “todos roban” o “todos son corruptos”, se desbarata sin requerir una gran argumentación. Basta decir que no podemos construir una sociedad sobre una estructura moral tan endeble. Para acercarnos con un ejemplo, en nuestro ámbito más cercano, puedo salir y manejar con tragos porque yo lo decido y porque estoy dispuesto a asumir las consecuencias, pero no porque otros lo hacen y por tanto esperar que hubiera un atenuante. Comparar a Fujimori con nuestra desacreditada clase política no lo hace menos malo, simplemente lo mete en el mismo saco de quienes deberían estar presos y cumpliendo penas por sus actos. Estoy seguro de que quienes defienden estos argumentos no aceptarían que sus hijos justificaran sus faltas aduciendo que otros jóvenes actúan de la misma manera. Si cada uno de nosotros cometemos errores (o faltas o delitos) conscientemente, tenemos que estar dispuestos a asumirlos y no a racionalizar tratando de encontrar justificaciones. 

3. La cosa se pone más complicada cuando se cuestiona nuestra capacidad para perdonar, es decir, la de renunciar a todo tipo de venganza en aras de intereses superiores. Pero hay que considerar que perdonar implica de parte del perdonado algunos requisitos: por ejemplo que manifieste su pesar o arrepentimiento; o que haya solicitado el perdón públicamente; o que se haya compensado a la víctima por el daño; o finalmente cuando se manifieste el propósito de enmienda. Pero nada de eso ha sucedido. No recuerdo a un arrepentido Fujimori por los crímenes que perpetuó, los cuales nadie pone en tela de juicio. Tampoco lo recuerdo indemnizando a las víctimas o pagando la reparación civil, tomando parte del dinero que sustrajo en su beneficio y que ha servido para pagar sus caros abogados, su apoyo mediático, la educación de sus hijos o su cárcel dorada. Hasta ahora solo le hemos escuchado repetir una y otra vez su inocencia y últimamente lo hemos leído exigiendo su libertad por su enfermedad y avanzada depresión. Pero acaso ¿no es claro que todo recluso con pena de cadena perpetua o sentencia de muchísimos años, llegará a viejo -si no muere antes- en malas condiciones de vida, enfermo y seguro con gran depresión?. Entonces bajo la lógica de la misericordia y el perdón, ¿todos deberían ser indultados y ninguno purgar su pena? Y no voy a utilizar el argumento de que otros reclusos mueren en las cárceles enfermos, sin haber tenido un juicio, deprimidos y olvidados por esta misma colectividad que ve con compasión al ex presidente, pues estaría cayendo en el mismo error de utilizar los malos ejemplos como justificación de las malas decisiones. Aquí simplemente se trata de que se cumplan aquellas penas que son duras pero que son la manera como la sociedad se defiende, más aún cuando no existe la pena de muerte y con la cual no estoy de acuerdo. Por último, y ligado a este tercer punto, tampoco está demostrada su enfermedad terminal que podría ser otro argumento esgrimido por quienes promueven su indulto, así que no me pronunciaré sobre ello.

Es cierto que la conciencia de un país puede pervertirse si se deja impregnar de rencor y enemistad. Pero también creo que tener siempre presentes los dolores del pasado es bueno para nuestra memoria personal y colectiva. Y creo que la mejor manera para no olvidar lo que la corrupción hizo y sigue haciéndonos es dejando a sus máximos exponentes bien presos. Y todavía hay un montón afuera que deberían mudarse a esa cárcel de la que este señor quiere salir. Más bien yo creo que lo debería hacerse es abrirla más para que muchos entren y luego sellarla para que ninguno de estos personajes salga hasta haber cumplido su condena.

Junio 2013