Desde los 70s hasta casi fines de los 90s, en que el deporte peruano nos daba alegrías y triunfos, no recuerdo un mejor momento deportivo al que estamos viviendo en los últimos meses. Entonces, el orgullo de ser peruano nos inundaba cada vez que un combinado nacional entraba en la cancha porque sabíamos que íbamos con grandes posibilidades de triunfo, en la búsqueda de la gloria, sin miedos ni escepticismo. El año 75 obtuvimos la Copa América con esa oncena liderada por el gran capitán, llamado también el capitán de América, Héctor Chumpitaz, y con la mejor generación que nuestra historia futbolística nos ha dado. Jugadores que nos dieron, además de esa copa, medallas en el '79 y el '83, además de clasificarnos a los mundiales México, Argentina y España, con equipos fantásticos que pudieron ser sensación en la élite del fútbol mundial. A nivel de clubes, si bien nunca fuimos referentes en la región, también logramos algunas participaciones memorables como la Copa Libertadores del '72 en que la "U" logró el subcampeonato, y participaciones muy dignas como las de la propia "U" en el '75 en que llegó a semifinales. Nos queda en la retina los resonantes triunfos ante el poderosísimo Peñarol de entonces, cuando Papelito Cáceres le tapó dos penales a Morena en Montevideo o cuando Rubén Techera volteó un partido de infarto en el Estadio Nacional que finalmente se ganó por 3 a 2.
Por allí nomás, en el año 77, logramos el sudamericano de basketball femenino jugado en Lima y coronado con una final electrizante frente a Brasil, una potencia imbatible que desde entonces ha dado capote en la disciplina -habiendo perdido sólo dos finales en más de veinte campeonatos hasta el día de hoy, una de ellas la de ese año-. Ese equipo peruano nos regaló alegrías inolvidables en el antiguo Coliseo Amauta, haciendo famosas a Sheila Allison, Marilú Meléndez, Katia Manzur, Doris Delgado, Bertha Roman, Rosa Salguana, entre otras guerreras que también nos hicieron subir al podio en cuatro ocasiones en los 80s, lo cual nunca más se repitió. No hay antecedentes similares en este deporte, sobre todo del compromiso de todo el país con su equipo que, recuerdo, palpitó toda la campaña llenando los escenarios deportivos para brindar su apoyo a su selección.
Del voley hay poco que decir porque se dijo ya todo. Pero la hegemonía que tuvimos en el continente fue absoluta, diez campeonatos del '71 al '89 sólo interrumpida el año 81 en Brasil en que nos robaron la final sudamericana. Un partido extraño en un ambiente hostil y agresivo que se dice fue el vuelto por la "manito"que le dimos a Argentina tres años antes en su mundial de fútbol y que dejó a Brasil fuera de la final por diferencia de goles. Salvo este episodio aislado, logramos todos los títulos posibles, incluído el subcampeonato del mundo en 1982 cuando liderados por nuestras ahora congresistas Tait y Pérez del Solar, disfrutamos como nunca con el voleyball, momentos sólo comparables con esas madrugadas de Seúl seis años después.
Se complementaba el éxito deportivo por equipos con participaciones individuales destacables, con atletas de categoría que llegaron a representarnos en Olimpiadas como Fernando Acevedo, o Edith Noeding, medalla de oro en 100 metros con vallas en los juegos Panamericanos de 1975 sobre rivales de EEUU, Cuba, Canadá y Jamaica. Velocistas como Carmela Bolivar y saltadores como Alfredo Deza. Entre muchos otros que entonces nos daban lauros deportivos con bastante frecuencia.
Más de treinta años después, empezamos a ver un resurgimiento más o menos consistente en el deporte peruano. No es casual que en poco tiempo hayamos logrado campeonar a nivel mundial en surfing, volver a estar adportas de un mundial de voley de mayores, obtener a través de la "U" la primera Copa Libertadores Sub 20, estar en la final de la zona americana de la Davis, llegar a semifinales de una Copa América de fútbol. No es casual que surjan iniciativas privadas como la de ADO (Asociación de Deportistas Olímpicos) y que hacen abrigar esperanzas de un desarrollo deportivo orgánico que nos coloque en un sitial destacable en el continente. Y todo esto, en medio de un panorama económico y político incierto, -pero sin duda favorable en la última década-.
Como consecuencia de lo dicho, nos olvidamos de preocupaciones mayores y dejamos por un momento salir nuestro entusiasmo, nuestra esperanza, contagiados por el liderazgo de algunos personajes inspiradores como el profesor Markarián, o por predestinados como Guerrero y Vargas, Baella e Yllescas, Mulanovich y Villarán, Malpartida o Beretta. No hay duda de que el deporte es fundamental para el estado de ánimo de un país y de su gente. Es capaz de trasformar el aura a veces oscura de un país sufrido y esforzado, a una brillante y luminosa. Es capaz de cambiar la actitud de un pueblo que como ahora, a una hora de la esperada definición del tercer puesto de esta sorprendente Copa América, aguarda ilusionada un triunfo que nos haga sentir, tal como más de veinte años atrás, nuevamente el orgullo de ser peruanos
La lectura hace al hombre completo. La conversación lo hace ágil. La escritura lo hace preciso. (Francis Bacon)
sábado, 23 de julio de 2011
domingo, 17 de julio de 2011
Apuntes luego del Perú vs. Colombia
UN RESULTADO HISTÓRICO. Un premio a la actitud, voluntad y adhesión según su técnico. Adhesión a un libreto difícil, sacrificado, riguroso, fiel a conceptos que no podemos rotular para no molestar al mago, pero que tiene mucho que ver con lo que ya muchos vienen definiendo. Orden defensivo, solidez en la zaga, mediocampo poblado y con marca, llegada con pocos hombres, de rato en rato, pero letal. Nunca tanto como hoy. Porque 2-0 con tan pocas ocasiones reales de gol, dejando un arco invicto luego de un penal, dos disparos a los tubos, un mano a mano y más de un susto adicional a los ya mencionados, no es nada fácil, pero es la materialización de una planificación impecable. Nunca mejor cumplida. Pasar a semifinales no ha sido poca cosa. Sobre todo porque se logró contra un rival que era el que mejor fútbol había hecho en la copa. Con un equipo inferior en plantel, diezmado antes y durante el propio torneo por lesiones. Y porque el arbitraje fue adverso, duro desde el primer minuto del torneo.
UN SENTIMIENTO ÚNICO. El del hincha. El que acompaña a su selección y no deja de cantar y de sufrir. Ese que aguanta un clima hostil a veces, como ante Chile, o la angustia de imaginar regresar a casa con la bronca de una eliminación prematura, luego de cada partido. O ese otro, la gran mayoría, que a millas de distancia, en su casa, en el auto, en el mercado, en la calle, se come las uñas soportando cada ataque rival que no llega a las redes, envejece un poquito cada partido y pasa mal ese último minuto 45 que tan funesto ha sido para los equipos peruanos en innumerables competencias internacionales, incluída ésta.
UN ENTRENADOR GENIAL. El de esta selección. Capaz de enfrentar primero una prensa implacable, mercenaria, que espera siempre el traspié para hacer leña del árbol caído. Y luego hacerse cargo de un grupo sin mayor ambición, golpeada por los fracasos y la mediocridad del medio, al que imprimió autoconfianza, amor propio, ilusión. Donde no importan tanto los nombres sino la identidad del equipo. Que puede llamarse equipo y no un grupito de habilidosos que juegan a su propia inspiración. Como Argentina, constelación de estrellas que fracasa estrepitosamente torneo tras torneo sin una dirección que aproveche el gran talento. Un entrenador que ha transmitido mística no sólo a sus jugadores sino a todo un pueblo que empieza a ver el trabajo realizado, no sólo en los resultados, sino en el juego, en la actitud, en el amor propio que transmite cada uno de sus convocados.
UNA DUPLA DE PREDESTINADOS. Guerrero y Vargas. Las armas secretas de este equipo sin grandes figuras, pero que tienen en ellos a sus dos pilares. Por juego, por liderazgo, por experiencia, por raza. Dos triunfadores en sus carreras deportivas que demuestran partido a partido su compromiso con su profesión, con su técnico y con su país. Los que nunca dan una pelota por perdida, corren hasta que las piernas les responden, pelean si es necesario con los rivales, con los árbitros y con las hinchadas contrarias. Un par de leones que no se achican y que son, con su técnico, los principales responsables de esta ya exitosa participación en el principal torneo continental.
LA DEL ESTRIBO. Se dijo muchas cosas hasta ahora. Primero que eramos los más débiles del torneo. Luego que estábamos inflados por el empate con el cuarto del mundo. Después que le habíamos ganado a una sub 22 de México. Finalmente que Chile nos había bajado a tierra para dejarnos listos para que los colochos no regresen a casa y a nuestra realidad. Ahora, todos ya se subieron al carro y "confían" en que pasaremos el último escollo antes de la final ansiada. No seamos resultadistas. Lo único claro que hay que tener es que en el deporte se gana y se pierde. Que esa es la esencia del juego. Aunque siempre estaremos más cerca de la victoria cuando se trabaja y se hace las cosas con profesionalismo, esfuerzo y honestidad. Por eso, sigamos opinando pero dejemos trabajar a los que saben. Con eso ya habremos ganado bastante. Mucho más que una copa.
UN SENTIMIENTO ÚNICO. El del hincha. El que acompaña a su selección y no deja de cantar y de sufrir. Ese que aguanta un clima hostil a veces, como ante Chile, o la angustia de imaginar regresar a casa con la bronca de una eliminación prematura, luego de cada partido. O ese otro, la gran mayoría, que a millas de distancia, en su casa, en el auto, en el mercado, en la calle, se come las uñas soportando cada ataque rival que no llega a las redes, envejece un poquito cada partido y pasa mal ese último minuto 45 que tan funesto ha sido para los equipos peruanos en innumerables competencias internacionales, incluída ésta.
UN ENTRENADOR GENIAL. El de esta selección. Capaz de enfrentar primero una prensa implacable, mercenaria, que espera siempre el traspié para hacer leña del árbol caído. Y luego hacerse cargo de un grupo sin mayor ambición, golpeada por los fracasos y la mediocridad del medio, al que imprimió autoconfianza, amor propio, ilusión. Donde no importan tanto los nombres sino la identidad del equipo. Que puede llamarse equipo y no un grupito de habilidosos que juegan a su propia inspiración. Como Argentina, constelación de estrellas que fracasa estrepitosamente torneo tras torneo sin una dirección que aproveche el gran talento. Un entrenador que ha transmitido mística no sólo a sus jugadores sino a todo un pueblo que empieza a ver el trabajo realizado, no sólo en los resultados, sino en el juego, en la actitud, en el amor propio que transmite cada uno de sus convocados.
UNA DUPLA DE PREDESTINADOS. Guerrero y Vargas. Las armas secretas de este equipo sin grandes figuras, pero que tienen en ellos a sus dos pilares. Por juego, por liderazgo, por experiencia, por raza. Dos triunfadores en sus carreras deportivas que demuestran partido a partido su compromiso con su profesión, con su técnico y con su país. Los que nunca dan una pelota por perdida, corren hasta que las piernas les responden, pelean si es necesario con los rivales, con los árbitros y con las hinchadas contrarias. Un par de leones que no se achican y que son, con su técnico, los principales responsables de esta ya exitosa participación en el principal torneo continental.
LA DEL ESTRIBO. Se dijo muchas cosas hasta ahora. Primero que eramos los más débiles del torneo. Luego que estábamos inflados por el empate con el cuarto del mundo. Después que le habíamos ganado a una sub 22 de México. Finalmente que Chile nos había bajado a tierra para dejarnos listos para que los colochos no regresen a casa y a nuestra realidad. Ahora, todos ya se subieron al carro y "confían" en que pasaremos el último escollo antes de la final ansiada. No seamos resultadistas. Lo único claro que hay que tener es que en el deporte se gana y se pierde. Que esa es la esencia del juego. Aunque siempre estaremos más cerca de la victoria cuando se trabaja y se hace las cosas con profesionalismo, esfuerzo y honestidad. Por eso, sigamos opinando pero dejemos trabajar a los que saben. Con eso ya habremos ganado bastante. Mucho más que una copa.
domingo, 10 de julio de 2011
Piqueo Criollo
Me paseo haciendo zapping entre los distintos programas dominicales y encuentro un panorama bastante más variado que el de los últimos fines de semana. Se me antoja comentar algunos de los temas preferidos de nuestra prensa y las redes sociales:
-Sin duda, el escándalo político favorito es el de la torpe visita del hermanísimo Alexis Humala a Rusia como negociador/embajador del nuevo gobierno para temas gascíferos y turísticos. Me causa risa ver a los representantes del saliente gobierno, o a los de la inconsecuente y eterna oposición, hablando de corrupción y de judicializar el tema. Que yo recuerde, tampoco se trata de un encuentro clandestino filtrado con un video oculto, como cuando vimos desfilando por el SIN a gran parte de la clase política representada por los mismos que ahora se rasgan las vestiduras. Fujimoristas como Rey escandalizados; Bedoya, el mismo que tuvo a su hermano preso por peores pecados; Pastor y toda su angelical bancada. No digo que no sea un tema relevante que pone a prueba la capacidad del próximo gobierno para manejar una crisis, o que no sea un exceso que deba recibir la atención del caso pues en política no solo hay que cuidar el fondo sino también la forma, pero tampoco podemos convertirla en el gran escándalo que nos haga olvidar temas mucho más serios. Como lo de Business Track, lo cual me parece gravísimo en tanto sí encubre un verdadero caso de corrupción que involucra a las más altas esferas del poder de este país. No hay caso que es la noticia perfecta para el difícil momento que vive el gobierno en sus últimos días.
-Otro de los favoritos es la gestión de la Villarán. Se ha iniciado una campaña feroz contra nuestra alcalde de Lima, auspiciada por algunos medios, secundada muy convenientemente por los partidarios de Castañeda Lossio y finalmente complementada con nuestro querido Cardenal (pero sobre quien en esta ocasión prefiero no opinar para no ser faltoso con la iglesia)... Pero lo más insólito es que se esté hablando hasta de vacancia a una administración que recién empieza y que además a las claras está demostrando mucho más trabajo que el que su antecesor realizó en el mismo período. En un país en que la administración pública ha demostrado por décadas su incapacidad de gestión y su falta de trabajo, que se pretenda expulsar del cargo a los representantes de un nuevo gobierno que intenta hacer las cosas bien, legalmente, concertando con los distintos sectores, denunciando la corrupción de su antecesor, creo que no tiene sentido. Bueno, todo el sentido cuando nuevamente intereses ocultos intentan manipular la opinión pública y encabezan campañas difamatorias y temerarias que solo pueden dejarnos peor de lo que estamos. Pensemos nomás en que decretar la vacancia de la Villarán nos costaría millones en un referendum, para dejar a cargo a otras personas de su mismo partido, para luego intentar vacarlos nuevamente y se haga posible que el hombre comunicore vuelva para intentar desaparecer toda la basura que dejó bien tapada pero cuyo olor ya se siente a millas de distancia.
-Esta semana el fútbol ya fue materia no sólo de los programas deportivos. Está claro que el tema vende siempre bien y cuando acumulamos dos partidos oficiales sin perder ya podemos hacerle creer a un país ávido de triunfos que podemos ir al mundial y volver a ser una potencia continental. No cabe duda que Markarián ha armado un buen equipo y que a pesar de no contar con figuras internacionales de fuste -en todo caso las que tenemos están en su mayoría lesionados- está haciendo un papel dignísimo en esta copa. Me preocupa que prime la lógica y que luego de que podamos caer con Chile -uno de los equipos más fuertes de sudamérica- tengamos que irnos por sucumbir en manos de Brasil, Paraguay o Argentina, cuadros que nos llevan bastante distancia a pesar de que hasta ahora no aparecen en su gran dimensión. Y no es que me preocupe porque nuestra selección se tenga que ir en algún momento sin más triunfos, lo cual no sería un fracaso, sino porque se invierta la tortilla y los que hoy los encumbran y ponderan, luego los ataquen y condenen, tal como ha sucedido siempre en la historia de nuestro sufrido fútbol peruano, que vive sobre todo de los recuerdos y de lo que pudo ser, alimentado por esos mismos que glorifican y denostan, dependiendo de las circunstancias, con tal de seguir vendiendo periódicos y obteniendo rating.
-No faltaron los policiales como los crímenes de Alicia Delgado o de Miriam Feffer que han vuelto a la palestra luego de que el avance de las investigaciones trajeran nuevos indicios de culpabilidad de las principales implicadas, la amante de la cantante y la hija de la empresaria respectivamente, sindicadas curiosamente por los autores materiales de ambos crímenes quiénes habrían sido movilizados por la codicia y quién sabe si algún otro tipo de favor. Casos lamentables que no hacen sino demostrar la precariedad de nuestra administración de justicia que no resuelve oportunamente, filtra con gran facilidad informaciones que salen luego distorsionadas y que tiene tratamientos distintos para casos de grandes similitudes y que, en ausencia de pruebas contundentes, mantiene presas a las sospechosas en un caso y libre a otra, más allá de acusaciones testimoniales que no parecerían tener mucha solidez hasta este momento.
-Finalmente, no podemos dejar pasar un triste episodio internacional que trascendió fronteras y el ámbito puramente delictivo. La muerte de Facundo Cabral. Muchos se preguntan cómo es posible que un hombre tan maravilloso, embajador de la paz, de la música, del amor, pudiese caer abatido de una forma tan violenta y absurda. No tiene nada de raro. Fueron Gandhi, Luther King, Arnulfo Romero, Lincoln, Sadat, Rabin, María Elena Moyano, John Lennon, Jesús... seres humanos que simbolizaron todo eso y que perecieron en manos criminales. Aún no se esclareció el móvil de este delito, pero independientemente de si fue él el blanco o no, está claro que este mundo siempre, en todas las épocas, ha tenido grandes hombres y mujeres que le fueron incómodos y que prefirió hacerlos desaparecer. Seres humanos que nos dejaron huellas imborrables, imposibles de extinguirse. Y esas huellas quizás son lo que hace que la humanidad se resista a claudicar en su lucha por un mundo más justo y mejor para vivir. Porque se fue uno pero vendrán muchos más. Aunque como diría el propio Facundo, no hay muerte, solo hay mudanza... así que su espíritu ni se ha muerto, ni ha desaparecido. Continúa viviendo entre nosotros.
-Sin duda, el escándalo político favorito es el de la torpe visita del hermanísimo Alexis Humala a Rusia como negociador/embajador del nuevo gobierno para temas gascíferos y turísticos. Me causa risa ver a los representantes del saliente gobierno, o a los de la inconsecuente y eterna oposición, hablando de corrupción y de judicializar el tema. Que yo recuerde, tampoco se trata de un encuentro clandestino filtrado con un video oculto, como cuando vimos desfilando por el SIN a gran parte de la clase política representada por los mismos que ahora se rasgan las vestiduras. Fujimoristas como Rey escandalizados; Bedoya, el mismo que tuvo a su hermano preso por peores pecados; Pastor y toda su angelical bancada. No digo que no sea un tema relevante que pone a prueba la capacidad del próximo gobierno para manejar una crisis, o que no sea un exceso que deba recibir la atención del caso pues en política no solo hay que cuidar el fondo sino también la forma, pero tampoco podemos convertirla en el gran escándalo que nos haga olvidar temas mucho más serios. Como lo de Business Track, lo cual me parece gravísimo en tanto sí encubre un verdadero caso de corrupción que involucra a las más altas esferas del poder de este país. No hay caso que es la noticia perfecta para el difícil momento que vive el gobierno en sus últimos días.
-Otro de los favoritos es la gestión de la Villarán. Se ha iniciado una campaña feroz contra nuestra alcalde de Lima, auspiciada por algunos medios, secundada muy convenientemente por los partidarios de Castañeda Lossio y finalmente complementada con nuestro querido Cardenal (pero sobre quien en esta ocasión prefiero no opinar para no ser faltoso con la iglesia)... Pero lo más insólito es que se esté hablando hasta de vacancia a una administración que recién empieza y que además a las claras está demostrando mucho más trabajo que el que su antecesor realizó en el mismo período. En un país en que la administración pública ha demostrado por décadas su incapacidad de gestión y su falta de trabajo, que se pretenda expulsar del cargo a los representantes de un nuevo gobierno que intenta hacer las cosas bien, legalmente, concertando con los distintos sectores, denunciando la corrupción de su antecesor, creo que no tiene sentido. Bueno, todo el sentido cuando nuevamente intereses ocultos intentan manipular la opinión pública y encabezan campañas difamatorias y temerarias que solo pueden dejarnos peor de lo que estamos. Pensemos nomás en que decretar la vacancia de la Villarán nos costaría millones en un referendum, para dejar a cargo a otras personas de su mismo partido, para luego intentar vacarlos nuevamente y se haga posible que el hombre comunicore vuelva para intentar desaparecer toda la basura que dejó bien tapada pero cuyo olor ya se siente a millas de distancia.
-Esta semana el fútbol ya fue materia no sólo de los programas deportivos. Está claro que el tema vende siempre bien y cuando acumulamos dos partidos oficiales sin perder ya podemos hacerle creer a un país ávido de triunfos que podemos ir al mundial y volver a ser una potencia continental. No cabe duda que Markarián ha armado un buen equipo y que a pesar de no contar con figuras internacionales de fuste -en todo caso las que tenemos están en su mayoría lesionados- está haciendo un papel dignísimo en esta copa. Me preocupa que prime la lógica y que luego de que podamos caer con Chile -uno de los equipos más fuertes de sudamérica- tengamos que irnos por sucumbir en manos de Brasil, Paraguay o Argentina, cuadros que nos llevan bastante distancia a pesar de que hasta ahora no aparecen en su gran dimensión. Y no es que me preocupe porque nuestra selección se tenga que ir en algún momento sin más triunfos, lo cual no sería un fracaso, sino porque se invierta la tortilla y los que hoy los encumbran y ponderan, luego los ataquen y condenen, tal como ha sucedido siempre en la historia de nuestro sufrido fútbol peruano, que vive sobre todo de los recuerdos y de lo que pudo ser, alimentado por esos mismos que glorifican y denostan, dependiendo de las circunstancias, con tal de seguir vendiendo periódicos y obteniendo rating.
-No faltaron los policiales como los crímenes de Alicia Delgado o de Miriam Feffer que han vuelto a la palestra luego de que el avance de las investigaciones trajeran nuevos indicios de culpabilidad de las principales implicadas, la amante de la cantante y la hija de la empresaria respectivamente, sindicadas curiosamente por los autores materiales de ambos crímenes quiénes habrían sido movilizados por la codicia y quién sabe si algún otro tipo de favor. Casos lamentables que no hacen sino demostrar la precariedad de nuestra administración de justicia que no resuelve oportunamente, filtra con gran facilidad informaciones que salen luego distorsionadas y que tiene tratamientos distintos para casos de grandes similitudes y que, en ausencia de pruebas contundentes, mantiene presas a las sospechosas en un caso y libre a otra, más allá de acusaciones testimoniales que no parecerían tener mucha solidez hasta este momento.
-Finalmente, no podemos dejar pasar un triste episodio internacional que trascendió fronteras y el ámbito puramente delictivo. La muerte de Facundo Cabral. Muchos se preguntan cómo es posible que un hombre tan maravilloso, embajador de la paz, de la música, del amor, pudiese caer abatido de una forma tan violenta y absurda. No tiene nada de raro. Fueron Gandhi, Luther King, Arnulfo Romero, Lincoln, Sadat, Rabin, María Elena Moyano, John Lennon, Jesús... seres humanos que simbolizaron todo eso y que perecieron en manos criminales. Aún no se esclareció el móvil de este delito, pero independientemente de si fue él el blanco o no, está claro que este mundo siempre, en todas las épocas, ha tenido grandes hombres y mujeres que le fueron incómodos y que prefirió hacerlos desaparecer. Seres humanos que nos dejaron huellas imborrables, imposibles de extinguirse. Y esas huellas quizás son lo que hace que la humanidad se resista a claudicar en su lucha por un mundo más justo y mejor para vivir. Porque se fue uno pero vendrán muchos más. Aunque como diría el propio Facundo, no hay muerte, solo hay mudanza... así que su espíritu ni se ha muerto, ni ha desaparecido. Continúa viviendo entre nosotros.
Crónica del Perú vs. México, Copa América 2011
Desde que rodó la pelota, Perú arrancó bien, tocando y saliendo rápido. A los pocos segundos, ya Cruzado había perdido una buena opción al disparar alto y desviado, pudiendo haberla soltado antes a Guerrero que lo acompañaba. Fue una salida tocando al pie y con velocidad, algo que caracteriza a este equipo y que habla de la dinámica que ha impuesto el Mago, muy diferente al del toque cansino, lateral e improductivo de otras tantas escuadras nacionales. En poco tiempo, Vílchez, Lobatón y Vargas ya habían llegado con riesgo pero sin puntería. Un dominio que se fue asentando, al punto que recién llegó México a los 17 minutos con cierto peligro. Perú llegaba tratando bien la pelota, un equipo que la lleva limpia y la suelta rápido, gran avance. La perdían cuando Vargas, que no se encontraba, insistía con potencia por su franja pero sin mucha claridad. Claridad que le faltó al tirar el primer tiro libre a la barrera, al picar mucho una pelota saliéndose de la cancha, al caer en offside o al pifear un centro que casi acaba fuera del estadio. Mientras Vargas no recobrara la calma, nos quedaría sólo el desequilibrio de Advíncula por la derecha que si bien centraba bien, no encaraba ni buscaba el desborde. Aunque sí ayudaba a la marca y cerraba los espacios por lo que los mexicanos buscaban más la espalda de Vargas haciéndole el uno-dos a Cruzado, cuyo esfuerzo era insuficiente para tomar las subidas por esa banda. Fernández volvió a darnos algo de desconfianza soltando un par de pelotas en especial cuando da rebote en un centro rasante y casi nos comemos el primero, que México nunca mereció hasta ese momento. Pero sí le quitó la pelota a Perú y tuvo sus mejores diez minutos del partido. De los 30 a los 40 todo verde. Nos llegaron, nos asustaron, hicieron caer a la zaga en imprecisiones, especialmente al mudo Rodríguez, quien además la perdía muy cerca a su área. Vílchez -un zaguero más que un lateral- y Carmona intentaban salir por dentro pero regalaron un par de bolas. A esas alturas, empezamos a creer que ya no recuperaríamos la pelota, sobre todo cuando Vargas perdía cuando volvía a intentar superar por fuera y con potencia a su marcador, más veloz, quién no le dejaba centrar con facilidad. Pero fue sólo un momento. Felizmente a partir de los 40 minutos Perú la recupera de nuevo, presionando desde arriba para impedir la salida fluída del cuadro mexicano. Sin embargo faltaba contundencia ante una defensa cerrada que tapaba bien los intentos de la blanquiroja. El pitazo final nos dejó quince minutos pensando que no había sido una primera etapa del todo bien jugada pero teníamos con qué.
Arrancando el segundo tiempo vimos un Perú mejor. Markarián hace un cambio de dibujo táctico que para mucho mejor el equipo en la cancha. Saca a Advíncula, que hasta ese momento no lo hacía mal, y hace ingresar a Yotún por el otro lado, cubriendo la salida de Cruzado, dejando a Vargas totalmente suelto, como atacante y sin ninguna obligación de marca. Compacto atrás con tres al fondo, Acasiete, Rodríguez y Vílchez, juega con dos laterales rápidos como Carmona y Yotún, con buen ida y vuelta y que hacen bien las diagonales -sobre todo el segundo-. Esto le permitió a Perú ser más ofensivo, teniendo más gente de marca en el medio de la cancha, con un volante de marca como Balbín y dos volantes mixtos como Cruzado y Lobatón que, aunque en los primero minutos perdieron algunas pelotas y fallaron en algunos pases, la recuperaron luego para no perderla más en todo el partido. Arriba Vargas libre pero jalando marca y Guerrero atorando siempre la salida del equipo rival, ejercieron un pressing que les hizo recuperar la pelota una y otra vez cada vez que México quería sacarla jugando. Con un dominio casi total, las situaciones de gol para Perú se fueron sucediendo. Primero Paolo que cabecea defectuoso por querer colocarla junto al palo. Se le fue ancha. Luego perdiendo una pelota mientras se acomodaba para liquidar antes de que lo hicieran caer sin falta. Ya el equipo era mucho más ofensivo y Vargas tirado más hacia el centro hacía daño sobre todo cuando tocaba con Guerrero. En una de esas jugadas volvió a avisar en una magnífica entrada culminada con un potente disparo que la base del palo impidió se convirtiera en gol. México se iba cansando y, con más espacios, Perú se volvía cada vez más peligroso. Paolo un poco egoísta como buen goleador, se pierde otro por no pasarla a su compañero que llegaba solo. Por momentos México roba las espaldas de un equipo que se había ido con todo, con un Yotún más fresco que llegaba arriba con facilidad e incluso que se da maña para probar al arco y propiciar un rebote al que Paolo no llega. Vargas algo cansado pero peligroso y mucho más preciso también subió su juego. Precisión que pudo convertirse en el mejor gol de la copa si esta vez el travesaño -en realidad el vértice del arco- no hubiera devuelto la pelota después de un soberbio tiro libre. Y es aquí nuevamente donde se ve la mano del técnico. Hace entrar a Guevara por un Cruzado cansado -quizás el más impreciso de Perú en el partido- y le da más vértigo al equipo y esa dinámica que este jugador siempre imprime con su buen pie y sus cambios de juego, además de ensayar siempre de larga distancia. A esas alturas, mientras Paolo hacía lucirse al arquero mexicano sacando a contrapié un buen cabezaso contra el piso, lo único que se escuchaba en la noche era la barra peruana incesante que cantaba que "esta noche, tenemos que gana-aaar". Era sólo cuestión de esperar un poquito más. Y el equipo supo tener paciencia. A los 82 minutos, Acasiete ensaya un rápido giro en el área que sale bien y Guevara deja solo a Guerrero que por fin rompe la paridad, goooolllll. Una paridad que solo se veía en el marcador, porque en el juego hacía mucho rato que Perú merecía ir adelante por un par de goles. Ese gol sería suficiente. Suficiente para esperar los últimos minutos, momentos en que a pesar de la presión rival lógica por la necesidad imperiosa de atacar, pudimos ver un equipo algo más maduro y bien dirigido desde el banco para capear el temporal. Ballón entró a cuidar el resultado, mientras que los jugadores ya no rifaban la pelota en momentos en que había que tenerla. No pasó lo de días atrás en los últimos minutos del primer tiempo con Uruguay. Esta vez la siguieron circulando, aguantando los últimos intentos mexicanos que encontraron ahora sí a un Fernández ágil y seguro de manos y a una defensa sólida que cuando tuvo que reventarla lo hizo, pero sobre todo que quitó y salió jugando esperando que pasen los últimos minutos. Carmona perdió una en los últimos instantes pero se recuperó luego. Otra de peligro terminó en offside y pudimos respirar. La tribuna seguía cantando "Oé, oé, oé, oé, Perú, Perú...". El árbitro levantó los brazos luego de dar tres minutos extras. El partido había terminado.
Perú había demostrado disciplina táctica, orden, buen toque, un juego vertical y ofensivo en muchos momentos, pero bien armado desde atrás hacia adelante. Perú había demostrado que tiene un grupo compacto que no reúne grandes figuras, algunos muy jóvenes todavía, pero con derecho para soñar. Como sueñan esos hinchas que acompañaron a su equipo en Argentina sufriendo y cantando en esos 184 minutos. Como esa gran legión de seguidores que frente a su televisor -primero escépticos y luego ilusionados- volvieron a disfrutar un triunfo de ese equipo en el que están depositadas todas sus esperanzas. Nuevamente el fútbol unió a un pueblo y sólo por eso ya vale la pena seguir a este equipo. Que tal vez no tenga con qué llegar hasta las instancias finales, pero que está claro que está haciendo un digno papel y se ha convertido en una de las sorpresas del torneo. Esperemos que -al margen de los resultados- podamos seguir viendo un equipo peruano que intente jugar bien, como lo hizo esta vez, y que nos haga recuperar la alegría que perdimos desde hace ya varias décadas.
Ernesto
09 Julio 2011
Arrancando el segundo tiempo vimos un Perú mejor. Markarián hace un cambio de dibujo táctico que para mucho mejor el equipo en la cancha. Saca a Advíncula, que hasta ese momento no lo hacía mal, y hace ingresar a Yotún por el otro lado, cubriendo la salida de Cruzado, dejando a Vargas totalmente suelto, como atacante y sin ninguna obligación de marca. Compacto atrás con tres al fondo, Acasiete, Rodríguez y Vílchez, juega con dos laterales rápidos como Carmona y Yotún, con buen ida y vuelta y que hacen bien las diagonales -sobre todo el segundo-. Esto le permitió a Perú ser más ofensivo, teniendo más gente de marca en el medio de la cancha, con un volante de marca como Balbín y dos volantes mixtos como Cruzado y Lobatón que, aunque en los primero minutos perdieron algunas pelotas y fallaron en algunos pases, la recuperaron luego para no perderla más en todo el partido. Arriba Vargas libre pero jalando marca y Guerrero atorando siempre la salida del equipo rival, ejercieron un pressing que les hizo recuperar la pelota una y otra vez cada vez que México quería sacarla jugando. Con un dominio casi total, las situaciones de gol para Perú se fueron sucediendo. Primero Paolo que cabecea defectuoso por querer colocarla junto al palo. Se le fue ancha. Luego perdiendo una pelota mientras se acomodaba para liquidar antes de que lo hicieran caer sin falta. Ya el equipo era mucho más ofensivo y Vargas tirado más hacia el centro hacía daño sobre todo cuando tocaba con Guerrero. En una de esas jugadas volvió a avisar en una magnífica entrada culminada con un potente disparo que la base del palo impidió se convirtiera en gol. México se iba cansando y, con más espacios, Perú se volvía cada vez más peligroso. Paolo un poco egoísta como buen goleador, se pierde otro por no pasarla a su compañero que llegaba solo. Por momentos México roba las espaldas de un equipo que se había ido con todo, con un Yotún más fresco que llegaba arriba con facilidad e incluso que se da maña para probar al arco y propiciar un rebote al que Paolo no llega. Vargas algo cansado pero peligroso y mucho más preciso también subió su juego. Precisión que pudo convertirse en el mejor gol de la copa si esta vez el travesaño -en realidad el vértice del arco- no hubiera devuelto la pelota después de un soberbio tiro libre. Y es aquí nuevamente donde se ve la mano del técnico. Hace entrar a Guevara por un Cruzado cansado -quizás el más impreciso de Perú en el partido- y le da más vértigo al equipo y esa dinámica que este jugador siempre imprime con su buen pie y sus cambios de juego, además de ensayar siempre de larga distancia. A esas alturas, mientras Paolo hacía lucirse al arquero mexicano sacando a contrapié un buen cabezaso contra el piso, lo único que se escuchaba en la noche era la barra peruana incesante que cantaba que "esta noche, tenemos que gana-aaar". Era sólo cuestión de esperar un poquito más. Y el equipo supo tener paciencia. A los 82 minutos, Acasiete ensaya un rápido giro en el área que sale bien y Guevara deja solo a Guerrero que por fin rompe la paridad, goooolllll. Una paridad que solo se veía en el marcador, porque en el juego hacía mucho rato que Perú merecía ir adelante por un par de goles. Ese gol sería suficiente. Suficiente para esperar los últimos minutos, momentos en que a pesar de la presión rival lógica por la necesidad imperiosa de atacar, pudimos ver un equipo algo más maduro y bien dirigido desde el banco para capear el temporal. Ballón entró a cuidar el resultado, mientras que los jugadores ya no rifaban la pelota en momentos en que había que tenerla. No pasó lo de días atrás en los últimos minutos del primer tiempo con Uruguay. Esta vez la siguieron circulando, aguantando los últimos intentos mexicanos que encontraron ahora sí a un Fernández ágil y seguro de manos y a una defensa sólida que cuando tuvo que reventarla lo hizo, pero sobre todo que quitó y salió jugando esperando que pasen los últimos minutos. Carmona perdió una en los últimos instantes pero se recuperó luego. Otra de peligro terminó en offside y pudimos respirar. La tribuna seguía cantando "Oé, oé, oé, oé, Perú, Perú...". El árbitro levantó los brazos luego de dar tres minutos extras. El partido había terminado.
Perú había demostrado disciplina táctica, orden, buen toque, un juego vertical y ofensivo en muchos momentos, pero bien armado desde atrás hacia adelante. Perú había demostrado que tiene un grupo compacto que no reúne grandes figuras, algunos muy jóvenes todavía, pero con derecho para soñar. Como sueñan esos hinchas que acompañaron a su equipo en Argentina sufriendo y cantando en esos 184 minutos. Como esa gran legión de seguidores que frente a su televisor -primero escépticos y luego ilusionados- volvieron a disfrutar un triunfo de ese equipo en el que están depositadas todas sus esperanzas. Nuevamente el fútbol unió a un pueblo y sólo por eso ya vale la pena seguir a este equipo. Que tal vez no tenga con qué llegar hasta las instancias finales, pero que está claro que está haciendo un digno papel y se ha convertido en una de las sorpresas del torneo. Esperemos que -al margen de los resultados- podamos seguir viendo un equipo peruano que intente jugar bien, como lo hizo esta vez, y que nos haga recuperar la alegría que perdimos desde hace ya varias décadas.
Ernesto
09 Julio 2011
Ley Seca (sin ti)
Ley seca impone abstinencia
de sufrir y resentir
porque a poco y con paciencia
has aprendido a vivir
Ley seca exige prudencia
olvidar y ver pasar
esa lágrima en esencia
que está seca al resbalar
Ley seca viernes de noche
frente a un vaso sin llenar
resignado y sin reproche
tienes poco que extrañar
Y así la ley pasó en calma
sin que sepa tu sentir
porque seca estaba su alma
y vacío su existir
Ernesto
4 Junio 2011
de sufrir y resentir
porque a poco y con paciencia
has aprendido a vivir
Ley seca exige prudencia
olvidar y ver pasar
esa lágrima en esencia
que está seca al resbalar
Ley seca viernes de noche
frente a un vaso sin llenar
resignado y sin reproche
tienes poco que extrañar
Y así la ley pasó en calma
sin que sepa tu sentir
porque seca estaba su alma
y vacío su existir
Ernesto
4 Junio 2011
domingo, 17 de abril de 2011
PPK, siento decirte que es tu culpa...
Después de reflexionar algunos días, he llegado a la conclusión que, mi querido PPK, eres el gran responsable de lo que hoy está sucediendo en el país. Y lo pienso porque eras el único candidato que tenía la lucidez suficiente para haber previsto este escenario complicado en un contexto en que era impensable que las llamadas "fuerzas democráticas" pudieran lograr meterse en segunda vuelta fragmentadas como estaban.
No podíamos haberlo esperado de los otros candidatos. Toledo sigue demostrando en cada acción ser un cretino de aquellos, aunque su cara de Inca y un aceptable gobierno anterior le aseguraban un caudal interesante de votos, suficientes como para que, pese a haber perdido casi la mitad en un mes, se creyera que seguía todavía en carrera. Castañeda un tipo oscuro, nada confiable, que no abandonaría la campaña pues era su carta de no quedar a la merced de juicios y comisiones investigadoras que es lo que su futuro inmediato le ofrecía si no ganaba, sumado a que las encuestas lo presentaban como ganador en todos los mano a mano de la segunda vuelta. Mientras tanto, tú PPK eras el único capaz de preveer que no sólo sería difícil llegar sino que una eventual segunda vuelta con OH representaría una tarea titánica.
Pienso que pudiste inmolarte -aunque inicialmente no te hubiésemos entendido- y buscar acuerdos con alguno de los dos impresentables mencionados pero que garantizarían la continuidad del modelo económico en un sistema tan imperfecto como la democracia pero mejor que cualquier otro que se haya inventado -y que ahora corre peligro-. Tu ambición personal y quizás el mareo, producto del apoyo de la gentita linda de Lima y balnearios, más algunos pocos bolsones bien ganados como Arequipa, te hicieron insistir hasta el final a pesar de que sabías en tu fuero interno que no tenías opción si continuaban desunidos. Después de recorrer el país, se me hace difícil creer que no te la olías. Teniendo además los recursos y los contactos como para tener información privilegiada de las encuestas que corrían día a día y que pronosticaban con claridad el desastre.
Es una pena pues. Yo te apoyé activamente en la recta final cuando fue evidente que el cholo venía en picada y que ya no habría marcha atrás. Me quedaba la esperanza de que llegando a segunda, la campaña anti Humala podría favorecerte. Veo con decepción que tumbarse a Humala está bastante difícil y que tener al frente a una candidata con tanto anticuerpo como Keiko Fujimori le da la mayor de las posibilidades. Creo, como un amigo me lo decía hace unos días, que te jugaste el país a los dados. Y parece que va a ser la peor partida de tu vida.
Lo peor de todo es que yo te hacía barra desde la tribuna...
Ernesto Melgar
16 de Abril
No podíamos haberlo esperado de los otros candidatos. Toledo sigue demostrando en cada acción ser un cretino de aquellos, aunque su cara de Inca y un aceptable gobierno anterior le aseguraban un caudal interesante de votos, suficientes como para que, pese a haber perdido casi la mitad en un mes, se creyera que seguía todavía en carrera. Castañeda un tipo oscuro, nada confiable, que no abandonaría la campaña pues era su carta de no quedar a la merced de juicios y comisiones investigadoras que es lo que su futuro inmediato le ofrecía si no ganaba, sumado a que las encuestas lo presentaban como ganador en todos los mano a mano de la segunda vuelta. Mientras tanto, tú PPK eras el único capaz de preveer que no sólo sería difícil llegar sino que una eventual segunda vuelta con OH representaría una tarea titánica.
Pienso que pudiste inmolarte -aunque inicialmente no te hubiésemos entendido- y buscar acuerdos con alguno de los dos impresentables mencionados pero que garantizarían la continuidad del modelo económico en un sistema tan imperfecto como la democracia pero mejor que cualquier otro que se haya inventado -y que ahora corre peligro-. Tu ambición personal y quizás el mareo, producto del apoyo de la gentita linda de Lima y balnearios, más algunos pocos bolsones bien ganados como Arequipa, te hicieron insistir hasta el final a pesar de que sabías en tu fuero interno que no tenías opción si continuaban desunidos. Después de recorrer el país, se me hace difícil creer que no te la olías. Teniendo además los recursos y los contactos como para tener información privilegiada de las encuestas que corrían día a día y que pronosticaban con claridad el desastre.
Es una pena pues. Yo te apoyé activamente en la recta final cuando fue evidente que el cholo venía en picada y que ya no habría marcha atrás. Me quedaba la esperanza de que llegando a segunda, la campaña anti Humala podría favorecerte. Veo con decepción que tumbarse a Humala está bastante difícil y que tener al frente a una candidata con tanto anticuerpo como Keiko Fujimori le da la mayor de las posibilidades. Creo, como un amigo me lo decía hace unos días, que te jugaste el país a los dados. Y parece que va a ser la peor partida de tu vida.
Lo peor de todo es que yo te hacía barra desde la tribuna...
Ernesto Melgar
16 de Abril
Elecciones: se voltea la tortilla
Tal como están las cosas, en unos días se habrá volteado la tortilla. No es de extrañar que tan mala campaña de Toledo, triunfalista y mentiroso, lo haya ido precipitando al abismo de su propia soberbia. Keiko, con un voto duro, difícilmente se moverá de donde está, aunque ese donde está podría ser algo más alto gracias al voto oculto fujimorista que añora la dictadura mal llamada eufemísticamente mano dura. Castañeda se puso nervioso con los ataques por corrupción -rabo de paja le dicen- y empezó a hacer tonterías, cuando tan bien le había ido con su risa congelada y lenguaje solo gestual. Humala que parece ahora un artista, bien asesorado y con otro mensaje, controlado y haciéndonos creer que dejó de ser ese cachaco necio y prepotente de la campaña anterior. PPK finalmente, con una gran llegada entre los jóvenes y omnipresente en las redes sociales (hoy en día un medio referente de la prensa, de los líderes de opinión y del boca a boca), ha ido venciendo la barrera de la incredulidad para aparecer por los palos, en atropellada final que a este paso no parará hasta la segunda vuelta. No tengo mayor duda en que en pocos días tendremos a Humala y a PPK liderando las encuestas, gracias a los votos recogidos de aquellos indecisos que empiezan a tomar posición, así como a los de los descreídos que inicialmente se resistían a "perder su voto".
Toledo empezó a perder cuando la mitad de sus electores, que lo veían como el mal menor, decidió confiar en sus candidatos naturales al verles mayor opción. Sin duda que sus votos han ido a parar a PPK y a Humala fundamentalmente, colocándolos donde deben estar en función de sus simpatías. Así, el cholo sagrado debe resignarse a su verdadero caudal electoral, el caudal de los de la memoria frágil que no recuerdan los últimos meses insoportables de su gobierno, la negación de su hija Zaraí que dan muestra de su catadura moral, sus juergas en el avión parrandero y Punta Sal, sus presentaciones alcoholizadas en la televisión, sus delirantes mentiras como la del secuestro y el Melody, su Lady Bardales, su impuntualidad a todo acto público y privado, sus impresentables parientes que fagocitaron del estado así como otros parásitos de su entorno...
Keiko, más allá del activo aunque mayor pasivo de ser hija del reo Fujimori, víctima de sus propias limitaciones que nos hacen pensar más en una gordita paporretera que una estadista capaz de manejar nuestros destinos, más aún con el bestiario que la rodea, improvisados y oportunistas que quieren mamar de la mamadera de la que tomaron los mafiosos del fujimontesinismo durante más de una década.
De Castañeda podemos decir que su aspecto de personaje poco transparente no le sirve para contrarrestar las múltiples acusaciones de corrupción que ya están pasándole factura. Su mayor ventaja es ser el menos resistido, lo cual lo coloca como ganador en cualquier enfrentamiento directo en segunda vuelta pero, al igual que un equipo chico que enfrenta a uno grande con la hinchada de todos los demás, no tiene una gran posibilidad en esta competencia inicial donde todos van a elegir a su mejor candidato.
Humala, sin duda, representa la esperanza de aquel ciudadano que aún no ha sentido al progreso del país tocando su puerta. Es la opción del que no tiene nada que perder, del que es presa fácil del discurso de la justicia social, distribución de la riqueza, nacionalismo a ultranza, y toda promesa de cambio al establishment. También es el candidato de la izquierda anacrónica que sigue atada a ideologías trasnochadas y que difícilmente se moverá de sus trece.
PPK es la ilusión del gran despegue; de la consolidación de un país que ha empezado a crecer y a convertise en el lugar donde sus electores quieren ver crecer a sus hijos, con bienestar y seguridad. Es el voto del joven y del más pensante que claramente identifica al candidato mejor preparado.
Faltan tres semanas para las elecciones pero difícilmente sabremos, con tranquilidad, qué nos deparan los próximos cinco años de gobierno. Posiblemente a partir del 10 de Abril a las 4 pm. y por algunas semanas más, estaremos en una situación límite entre el abismo y el éxtasis.
Ernesto Melgar
26 Marzo 2011
Toledo empezó a perder cuando la mitad de sus electores, que lo veían como el mal menor, decidió confiar en sus candidatos naturales al verles mayor opción. Sin duda que sus votos han ido a parar a PPK y a Humala fundamentalmente, colocándolos donde deben estar en función de sus simpatías. Así, el cholo sagrado debe resignarse a su verdadero caudal electoral, el caudal de los de la memoria frágil que no recuerdan los últimos meses insoportables de su gobierno, la negación de su hija Zaraí que dan muestra de su catadura moral, sus juergas en el avión parrandero y Punta Sal, sus presentaciones alcoholizadas en la televisión, sus delirantes mentiras como la del secuestro y el Melody, su Lady Bardales, su impuntualidad a todo acto público y privado, sus impresentables parientes que fagocitaron del estado así como otros parásitos de su entorno...
Keiko, más allá del activo aunque mayor pasivo de ser hija del reo Fujimori, víctima de sus propias limitaciones que nos hacen pensar más en una gordita paporretera que una estadista capaz de manejar nuestros destinos, más aún con el bestiario que la rodea, improvisados y oportunistas que quieren mamar de la mamadera de la que tomaron los mafiosos del fujimontesinismo durante más de una década.
De Castañeda podemos decir que su aspecto de personaje poco transparente no le sirve para contrarrestar las múltiples acusaciones de corrupción que ya están pasándole factura. Su mayor ventaja es ser el menos resistido, lo cual lo coloca como ganador en cualquier enfrentamiento directo en segunda vuelta pero, al igual que un equipo chico que enfrenta a uno grande con la hinchada de todos los demás, no tiene una gran posibilidad en esta competencia inicial donde todos van a elegir a su mejor candidato.
Humala, sin duda, representa la esperanza de aquel ciudadano que aún no ha sentido al progreso del país tocando su puerta. Es la opción del que no tiene nada que perder, del que es presa fácil del discurso de la justicia social, distribución de la riqueza, nacionalismo a ultranza, y toda promesa de cambio al establishment. También es el candidato de la izquierda anacrónica que sigue atada a ideologías trasnochadas y que difícilmente se moverá de sus trece.
PPK es la ilusión del gran despegue; de la consolidación de un país que ha empezado a crecer y a convertise en el lugar donde sus electores quieren ver crecer a sus hijos, con bienestar y seguridad. Es el voto del joven y del más pensante que claramente identifica al candidato mejor preparado.
Faltan tres semanas para las elecciones pero difícilmente sabremos, con tranquilidad, qué nos deparan los próximos cinco años de gobierno. Posiblemente a partir del 10 de Abril a las 4 pm. y por algunas semanas más, estaremos en una situación límite entre el abismo y el éxtasis.
Ernesto Melgar
26 Marzo 2011
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