Mi casa lucía vacía
porque Lucía partió
y vacía quedó mi alma
y un desorden interior
Entonces le pedí al cielo
que me arroje un angelito
que pudiera limpiar el suelo
y ordenarme un poquitito
Y me mandó a Susanita
para limpiar mi salón
de ropas muy ligerita
y un tremendo "corazón"
Desde ese día mi casa
limpia de polvo quedó
y la chica enamorada
se entusiarmó y se mudó
Y por eso ya no extraño
ni a mi mujer ni a su facha
pues funcionó el cartelito
"se necesita muchacha"
(dedicado a Susanita y a su escobita...)
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