domingo, 24 de octubre de 2010

Diez consejos para conquistar a una mujer

Hace unos días me dijeron que estaba perdiendo plata. Que debería escribir un libro con este título.
No creo estar perdiendo plata ni que pueda llegar a diez. Pero sí creo que de vez en cuando he conquistado alguna chica utilizando más maña que fuerza.
Pues bien, siguiendo el consejo de Luisa, vamos a intentar por lo menos escribir unos cuantos enunciados que luego, y con más amplitud, podamos desarrollar en algunos capítulos -los que aguante- de mi próximo libro (¡?).

Vamos a ver:

1. A penas se encuentren regálale una sonrisa. Es importante sonreir. Sin exagerar. Algo suave pero franca. Amplia. Si tienes buena dentadura mejor. Si no, mostrando solo una blanca y delgada franja bajo los labios.

2. De entrada dile algo bonito sobre su aspecto. Halágala. Nada demasiado agresivo. Sorpréndela, eso sí. Debes parecer atrevido aunque respetuoso, no puedes avergonzarla. Nunca se olvidará de esa frase y probablemente a partir de ese momento se empiece a fijar en ti.

3. No dejes de mirarla a los ojos. Directo. Pero debes dosificarlo. Hay que proyectar confianza, que manejas la situación. Tampoco tanto como para intimidarla. Si no puede sostener tu mirada, afloja un poquito. No vaya a ser que se asuste o se moleste. La mirada debe ser profunda pero amable, no se te ocurra acompañar la mirada de una sonrisita pícara. Eso déjalo para más adelante...

4. Al principio déjala hablar a ella y espera tu momento. Dale su espacio y poco a poco empieza tú también a hablar. A la hora de conversar ella es quien tiene que tomar la iniciativa la primera vez. A las mujeres les gusta que las escuchen. Presta mucha atención en lo que te cuenta aunque no sea muy interesante. Ella lo disfrutará.

5. No muestres demasiado interés en ella. Si bien has sido amable y agradable, tampoco te delates inmediatamente. Si siente que te interesas mucho, ella entonces se empezará a hacer la importante. Y no hay nada peor que una mujer diforzada. Se terminará el encanto del momento.

6. Aunque sea una reunión de trabajo, no pierdas ocasión de compartir algunas cosas personales. Hazle algunas confidencias. Esto te acercará más. Le hará sentir que inicia contigo más que una relación fría y profesional. Tampoco demasiadas como para que parezca que estás haciendo una venta. Ella misma te irá preguntando si le interesa el tema y seguramente irá sacando sus propias conclusiones si es perceptiva. Pero no te regales demasiado. Ni hables de más.

7. No se te ocurra llamarla inmediatamente. Ni pedirle que se haga tu amiga en el facebook al día siguiente. Lo ideal sería que ella te invite o que te llame. Pero, cuando lo haga, no te hagas el interesante. Es un riesgo que no vale la pena correr si ella decide no seguir tu juego o no quiere esforzarse demasiado. Si en algunos días no te llama hazlo tú. En realidad, sería lo que corresponde... aunque te diste el tiempo para probar qué tanto la impactaste. Así sabrás también cuánto tienes que trabajar...

8. A medida que pasen los días y vayas teniendo más confianza, empieza a decirle cosas bonitas. No hay mujer que se resista cuando haces que se sienta bella. Sus ojos. Sus manos. Sus pecas... seguramente encontrarás la manera de elogiar aquello que más te guste.

9. Cuando sientas que le interesas, no la sueltes. Debes ser constante porque eso le dará seguridad. No dejes pasar mucho tiempo sin volverla a llamar, sin enviarle un mail, sin hacerle algún comentario en su perfil. Eso mantendrá la llama encendida. A esas alturas tienes que jugar todas tus cartas.

(Pensé que no llegaría, pero sí):

10. Muéstrate. Además de transmitir fortaleza y virilidad, enséñale tu lado más humano y sensible. Expresa tus sentimientos. No los ocultes. Sé sincero y transparente. Una mujer también espera cariño, ternura, romance. Ella buscará estabilidad en cualquier relación. Tú querrás mantener el poder.

Tal vez podamos agregar algunas cosas más como enviar ciertos regalos, llevarla a ciertos lugares, pedir determinado vino, abrir la puerta del auto o no dejarla pagar su parte de la cuenta (por lo menos en la primera salida). Pero eso será materia del libro. Por ahora, sólo espero que quien lea esto me crea y que mi mujer me perdone.

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