lunes, 25 de octubre de 2010

Tengo una llamada

Bip bip bip. Una lágrima me llama. Una lágrima que busca una palabra de refugio, de consuelo, de amor. Una lágrima que encuentra un corazón que ríe sin querer reír. Un corazón que cuenta sin querer contar. Un corazón que busca un abrazo que no puede tener. Bip bip bip. Una lágrima me llama. Una lágrima que encuentra una palabra que la quiere extinguir. Una palabra que no puede mentir. Una palabra que no quiere callar. Bip bip bip. Una lágrima me llama. Y la esperan más palabras para hacerla morir. Aunque nunca muera pero puede dormir. Suficiente para desaparecer. Por un momento. Lo necesario para poder seguir. Lo necesario para no necesitar de ese corazón, de esos abrazos, de más palabras... lo necesario para poder brillar otra vez.



Bip bip bip. Un corazón que llama. Bip bip bip. Un corazón que insiste. Un corazón que no tiene respuesta. Un corazón que se volvió una lágrima. Una lágrima que no tiene refugio, consuelo, ni amor. Una lágrima que no encuentra palabra. Sólo otra lágrima que le viene a hacer compañía.



Bip, bip. Usuario fuera de servicio.

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